25 febrero 2014

Viaje a México (III). De turismo

Lo bueno de estos viajes por causas de trabajo, es cuando dejan tiempo suficiente para hacer un poco de turismo. Los días de diario no he podido hacer gran cosa (salvo pequeñas escapadas a las zonas cercanas al hotel), pero el fin de semana es distinto, ese es mío. Es para hacer turismo.

Lo primero que quería ver eran la zona arqueológica de Teotihuacan. Me enteré de que en el hotel preparan viajes organizados y me apunte al primero.

Lo bueno de ir en un viaje organizado es que te llevan y te traen y tienes un guía que va dando explicaciones y al que poder abrasar a preguntas. Lo malo es que te dejan poco tiempo para disfrutar y que te acaban llevando a alguna tienda que tienen concertada, a ver si picas...

Así tuvimos una pequeña visita a la plaza de "las tres culturas", donde ya pudimos ver las primeras ruinas precolombinas, perteneciente a la cultura de Tenochtitlan, un atentado en forma de iglesia de los conquistadores españoles, y los edificios y torres modernas que circundan la zona. Interesante pero me hubiera gustado poder visitar la zona (el guía nos la enseño desde lejos, sin acercarse mucho).

De ahí salimos de la ciudad y al cabo de casi 50 km llegamos a la zona de Teotihuacan, pero para que no nos animáramos  mucho, parada obligatoria en la tienda concertada...

Después de la "visita comercial" fuimos a las pirámides, nos quería dejar solo dos horas, convencimos al guia para que fueran tres, y yo creo que hubiera necesitado como poco dos más. Pudimos disfrutar de las pirámides y construcciones de Teotihuacan, impresionantes, merece (mucho) la pena verlas, incluso bajo un sol justiciero que arremetía contra mi indefensa piel (como bien comprobé en el hotel esa noche...). Desde luego, si vuelvo por aquí, pienso volver, pero intentaré ir por mi cuenta.

Para cerrar el tour, volviendo a Mexico DF, una visita a las dos basílicas (la nueva, horripilante construcción modernista, y la vieja, clásica iglesia del XVII que se está inclinando demasiado por culpa del suelo poco estable de la ciudad), para ver la devoción que tienen los Mexicanos a la virgen de Guadalupe.

Una vez que se acabó el tour decidí ir a la turística zona de Coyoacán, a dar un pequeño paseo y deleitarme con una estupenda cena de platos mexicanos. Aquí es donde descubrí que aunque hay farolas por la ciudad, por la noche directamente no las encienden, y salirse de las zonas más céntricas o turísticas de noche es como entrar en una cueva tenebrosa... 

El domingo decidí ir a ver el Museo Antropológico de la ciudad. Un enorme edificio modernista que alberga una increíble colección de piezas precolombinas,de visita obligada para cualquier turista. Y aviso al turista, si te gusta la historia, o sientes curiosidad por las culturas precolombinas, quedas avisado de que te llevará muchas horas ver el museo. Yo estuve más de 7 horas, y salí con la cámara recalentada (de tanta foto que hice) y la cabeza un tanto embotada. 

Cansado para ir de turismo a ningún otro sitio, acabé cenando sushi en un centro comercial cercano al hotel, y por la noche adelantando algo de trabajo para la semana siguiente, antes de quedarme medio dormido viendo una película de acción americana traducida al "mexicano" en estas tierras....

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