03 marzo 2014

Viaje a Mexico (IV): De vuelta

EL viaje se pasó rápido. Casi todos los días tuve que trabajar hasta tarde, y sólo el fin de semana para poder disfrutar de la visita... Se pasó rápido.

México DF es una ciudad gigantesca, con más de 20 millones de habitantes (y sin contar toda la población que vive en los barrios de chabolas, que allí llamas "paracaidistas", y que se extienden por las laderas de montes y colinas).

La ciudad está construida sobre una antigua zona de lagos (donde la tribu de los Mexicas, también conocidos como Aztecas, construyeron su capital a base de islas artificiales), de manera que el suelo no es roca sólida si no blando, con muchas aguas subterráneas, eso hace que por gran parte de la ciudad se vean edificios que van perdiendo la horizontalidad, como es muy notorio en la antigua basílica, con un lateral bastante inclinado.

Como la ciudad está construida sobre la capital del imperio Azteca (Mexica), es normal que haya muchas zonas de ruinas, incluso hay zonas con pirámides precolombinas, coronadas por una iglesia cristina (de origen español) y rodeada de modernos edificios.

Para moverse por la ciudad lo ideal es el taxi (preferiblemente hay que cogerlo en la puerta del hotel o en las paradas oficiales de los taxis, para evitar problemas), hay metro, pero no lo utilicé.  De noche muy pocas farolas están encendidas, lo que no ayuda a dar una sensación de tranquilidad (cuando se sale de las zonas céntricas o turísticas, las calles están oscuras y tenebrosas)

Tampoco ayuda a dar una sensación de seguridad (por el día) ver la cantidad de policías armados (incluso con chalecos antibalas y subfusiles) y los establecimientos (hasta restaurantes y supermercados) con guardias de seguridad armados...  O que te cuenten historias sobre lo muy sobornable que es la policía de este país....

La gente me pareció en general bastante agradable, con muchos de los tópicos ciertos, como el que los representa como muuuuy tranquilos (cuando te dicen que "ahorita" te traen algo, es mejor esperar sentado....), y en general a los españoles los aprecian mucho. También se nota un cierto racismo entre ellos, no solo entre los propios de México DF (que llaman "defeños", los de México DF "de toda la vida") y los que provienen de fuera de la ciudad  (a estos los llaman "chilangos"), si no también entre las diferentes escalas sociales (muchas veces asociadas al tono de la piel).

Otra de las cosas que me llamó mucho la atención es la cantidad de puestos de comida que se pueden encontrar en la calle, especialmente cerca de los edificios de oficinas (haciendo de el transito por las mañanas hacia el trabajo una especie de "rafting" para poder sortearlos). Por cierto no me recomendaron comer en estos puestos, a no ser que se tenga un estómago a pruebas de bombas... Como no es mi caso, me alejé de ellos....

El aeropuerto es muy grande, y es el primero en el que veo que llevan a un perro (supongo que de la división antidroga) olisqueando todas las maletas de mano antes de subir al avión... (Si se hubiera roto la botella de tequila que llevaba... ¿se habría parado el perro a olisquear mejor mi mochila?)

1 comentario:

davidtenk dijo...

Ya lo dice el Mariachi: "Guadalajara en un llano, México en una laguna..."

Me alegro mucho que hayas podido disfrutar del DF y de la hospitalidad chilanga. A mi me encanta, es impresionante. Espero que vuelvas con mas tiempo,veas las pirámides del Zócalo, las menciones a nuestro paisano y que Moctezuma te respete.