16 mayo 2014

Viaje a Leipzig (IV): mejor nos vamos a Italia

El proyecto en tierras alemanas ha resultado ser un completo desastre. Espero que nuestra experiencia no se
pueda extrapolar a toda la población alemana, por su bien.

La fama de personas frías y distantes se la tienen bien ganada. No hablan ni saludan, salvo lo justito, mantienen mucho las distancias, son como su clima, frío y nada acogedor.

Hacen sus horas diarias de forma muy puntual, llegan a trabajar con una tremenda puntualidad, y con la misma se van al acabar su jornada de trabajo (no hacen ni un minuto de más, ni de menos). Lo normal era empezar a trabar a las 8.30 y a las 16.30 se acaba la jornada. De forma que los españoles eramos los que solíamos cerrar la oficina todos los días.

La mayoría comía delante del teclado, calentaban el taper y lo comían mientras seguían conectados al ordenador. Además la hora de comida es muy temprana, entre las 11.30 y las 12.30... Y nosotros acabábamos comiendo solos prácticamente todos los días.

En cuanto al trabajo, les gustan las reuniones, mucho, pero mucho. Todas las semanas tenían reuniones de toda la oficina, que duraban horas. Y luego muchas reuniones por cada grupo de trabajo. No sé si tendríamos que sentirnos excluidos por que nunca estuvimos en ninguna...

En nuestro proyecto no hay documentación, ni está claro lo que hay que hacer, ni siquiera tenemos clara la estructura jerarquica, y parece que les tiene sin cuidado lo que hagamos o dejemos de hacer..

Aunque pensándolo fríamente, creo que el problema era que el proyecto es para una empresa Italiana, y el trabajo lo íbamos a realizar unos españoles, aunque el producto sea aleman... ¿posiblemente los alemanes sufran de un chovinismo aún mayor que el que se les supone a los franceses?

Otra cosa que nos ha quedado muy clara de los alemanes es que la fama de cabezas cuadradas se la ganan a pulso. Cuando tienen una idea es imposible hacérsela cambiar, da igual que sea correcta o equivocada, ellos escogen un camino y no admiten separarse ni medio paso de la ruta que han fijado... Simplemente bajan la cabeza y siguen todo recto, ignorando completamente todo lo que hay a su alrededor...

Lo cierto es que hemos decidido acabar cuanto antes nuestro trabajo en Alemania, pues no es productivo, ni vemos que produzca ningún tipo de avance. Y por ello adelantamos nuestro viaje a Italia, que es donde está el cliente, donde están las máquinas y donde se realizará el trabajo.

En concreto, ya llevamos más de una semana en Milán... (últimamente no le he hecho ni caso al blog....)

1 comentario:

Anónimo dijo...

el asunto era que antes les pagaban a ellos (seguramente mucho) por hacer lo que habéis estado haciendo vosotros y ahora desde Utrecht les han mandado a unos Españoles para que lo hagan... por eso no os han dado los buenos días, ni la documentación y os habrán ayudado lo mínimo imprescindible por contrato