21 abril 2015

Segundo viaje a Columbus (VI): Viaje al pais amish


Ohio es el estado de los EEUU con mayor concentración de amish, así que fue un candidato a un viaje turístico en un fin de semana.

Los amish son un grupo religioso cerrado, que reniegan de la tecnología y viven alejados de las ciudades, así que ya sabíamos que a lo mejor no es tan facil verlos, y mucho menos ver como viven en sus comunidades.




A finales de marzo nos decidimos a visitar el condado de Holmes, siguiendo las indicaciones de Rastruja. La primera parada fué Millesburg, una pequeña ciudad a unos 130 km al noreste de Columbus, es fácil llegar, aunque pronto hay que abandonar la cómoda autovía por carreteras secundarias.

En Millesburg nos sorprendió una nevada y un aire muy frío en cuanto bajamos del coche, así que recorrimos el pueblo a una velocidad que sería la envidia de Flash. Nos dió tiempo a ver un pueblo tranquilo, con muchas pequeñas tiendas, y algún edificio curioso. Aún no vimos ningún amish, pero si que encontramos tiendas que ofrecen productos amish (principalmente queso y muebles de madera).

Cogimos la carretera y continuamos hacia Berlin, un pequeño pueblo a unos 10 kilómetros al Este de Millesburg. Por el camino ya empezamos a ver señales asociadas a los amish, así como de vez en cuando alguna pequeña granja que supusimos sería amish, por la falta de tendido eléctrico y en vez de coches a la puerta tienen carros.

Berlín es muy pequeño, poco más que una calle principal y unas pocas secundarias. La calle principal abarrotada de comercios que ofrecen productos de todo tipo, algunos de ellos asociados a los amish. Aquí si que estuvimos un buen rato, la temperatura había mejorado y merece la pena perderse un rato entre las tiendas, y estar atento a la carretera para ver pasar amish de vez en cuando.

Nosotros acabamos comprando unos cuantos quesos (en Heinis Cheese Chalet), ya que nos resultaron bastante interesantes y diferentes a los europeos, un poco de chocolate y algún detalle de artesania. Todo ello supuestamente hecho por los amish.

De aquí fuimos hasta Sugarcreek (16 kilómetros al este de Berlín), por unas carreteras secundarias bordeadas de granjas, y cruzándonos con muchos amish en sus carromatos.

En Sugarcreek, según reza su publicidad turística, está el "mayor reloj de cuco del mundo", la verdad es que nos defraudó y nos quedamos preguntando si de verdad es el más grande, o si saldrá el cuco en algún momento para dar la hora... Defraudados nos fuimos a buscar un sitio para comer (un poco tarde para estar en los EEUU, ya que serían las 2 de la tarde).

Despues de comer en un bar entre irlandés y americano, situado en un supuesto barrio suizo de Sugarcreek (de verdad que yo no vi nada, salvo el reloj, que se pudiera asociar con Suiza), decidimos que ya era hora de volver hacia Columbus.

Habíamos pensado que a lo mejor podríamos hacer una parada para ver la supuesta "mayor cesta de la compra del mundo". La ruta desde Sugarcreek nos llevó a pasar al lado (está muy cerca de la autovía), llama la atención de lejos, pero no es más que un centro comercial construido con la forma de una gigantesca cesta de la compra.



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